En un mundo cada vez más globalizado, donde las primeras impresiones son formadas en tan solo unos segundos, cuidar de la imagen y el estilo puede parecer algo banal para algunos. Sin embargo, ¿es realmente superficial o estamos subestimando su impacto en nuestras relaciones profesionales y artísticas?

La imagen personal es mucho más que ropa, maquillaje o peinados; es un lenguaje no verbal que transmite nuestra personalidad, profesionalismo y respeto hacia los demás. En el entorno laboral y especialmente en el artístico, donde la creatividad, la innovación y la percepción son esenciales, la imagen no es solo una herramienta; es una declaración de quién eres y cómo quieres que te perciban.
El poder de la primera impresión
Estudios han demostrado que la primera impresión se forma en menos de 7 segundos y está influenciada en gran parte por nuestra apariencia. En reuniones con superiores, equipos creativos o posibles contratantes, tu imagen puede influir tanto como tus palabras. Es cierto que el talento, la experiencia y la habilidad son primordiales, pero una presentación personal adecuada puede marcar la diferencia entre ser recordado o pasar desapercibido.
En el ámbito artístico, donde se valoran tanto la expresión como la atención al detalle, tu estilo puede proyectar confianza, seguridad y versatilidad. Presentarte “de cualquier manera” puede ser interpretado como desinterés, incluso si tu talento es innegable.
El entorno artístico: cuando la imagen es parte del mensaje.
En el teatro musical, los artistas no solo deben dominar su arte, sino también proyectar profesionalismo en todo momento. Ya sea en un casting, una reunión creativa o la firma de un contrato, tu estilo puede reflejar tu capacidad para adaptarte a diferentes entornos culturales y tu respeto hacia las expectativas de quienes te rodean.
Por ejemplo, en reuniones internacionales, la manera en que te presentas no solo habla de ti, sino de tu comprensión del contexto cultural. En estos escenarios, cuidar tu imagen puede ser crucial para conectar con directores creativos, productores y equipos de trabajo que valoran la profesionalidad como una extensión del talento.
¿Banalidad o esencialidad?
La polémica de si cuidar la imagen es superficial surge de la percepción de que enfocarse en la apariencia es una distracción de lo que realmente importa: el talento y las capacidades. Pero la realidad es que la imagen personal no sustituye al talento; lo complementa.

Cuidar tu estilo no se trata de encajar en estándares impuestos, sino de proyectar lo mejor de ti mismo. Es una herramienta que puede reforzar tu confianza y credibilidad, tanto en tu vida personal como profesional.
Conclusión
Cuidar de la imagen y el estilo no es una cuestión de superficialidad, sino de estrategia. Es entender que vivimos en un entorno donde la percepción importa, y que tu presentación personal puede abrir o cerrar puertas, especialmente en el competitivo mundo artístico y laboral.
Así que la próxima vez que te prepares para una reunión, un casting o una entrevista, pregúntate: ¿Qué mensaje quiero transmitir antes de pronunciar una sola palabra? Porque tu imagen ya está hablando por ti.
Tu estilo no solo importa, es parte de tu marca personal.
Yanneris Sewer
Cantante/ Actriz/Productora/
Asesora de Imagen

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